El juez federal Claudio Bonadio imputó por segunda vez a los empresarios Aldo Roggio y Carlos Wagner por la causa de los cuadernos y ordenó la detención de Hugo Dragonetti, titular de Panedile y Gustavo Ammaturo.

Wagner, ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción y dueño de la firma Esuco, está procesado como miembro de la asociación ilícita, mientras que a Roggio se lo acusa por cohecho activo.

Roggio ya se había presentado a declarar en agosto del año pasado, cuando reconoció el pago del 5% del dinero que recibió como parte de subsidios para la empresa Metrovías durante el kirchnerismo.

Por otro lado, Dragonetti, de la empresa sanjuanina Panedile, había admitido pagos a Roberto Baratta, el ex funcionario del ministerio de Planificación, señalado por el chofer Oscar Centeno como el responsable del sistema de recolección de coimas.

El último miércoles Dragonetti se presentó en Comodoro Py y negó pagos por 3 millones que le había atribuido el financista Ernesto Clarens.

Por otra parte, este viernes declaró Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri y ex titular de IECSA. Fue uno de los primeros arrepentidos del caso.